El estudio del idioma, una oportunidad a la diversidad

Muchos creen que estudiar o aprender otro idioma es solo cuestión de aprender a hablar, escribir o escuchar; sin embargo, para mí ha sido una oportunidad de enriquecimiento cultural, personal, histórico y demás. Ahora que tengo la oportunidad de estudiar el cantones en una de las universidades de Hong Kong, descubro que no solo estoy aprendiendo el idioma y conocimiento de la cultura de este país, sino que también tengo la oportunidad de compartir, aprender, conocer de otras culturas y países. Por ejemplo en mi grupo hay compañeros de diferentes países como Japón, Corea, Kenya, Estados Unidos, Singapur, Taiwán, Filipinas y Rusia. Y en las diversas actividades que realizamos en el aprendizaje del cantones nos ha tocado preparar algunas historias, comparaciones o compartir acerca de algún hecho o acontecimiento cultural o histórico de nuestros países, mismo que nos motiva o incluso asombra unos a otros por la diversidad, calidad y cualidad de nuestra cultura.



Algunos acontecimientos más importantes; por ejemplo la Navidad, Año Nuevo, Día de las Madres, Cumpleaños, Matrimonio, etc. Asombra y llama la atención de todos. Así mismo cuando cada estudiante habla de sus tradiciones o costumbres lo hace con un gusto y entusiasmo por mostrar la cultura de su país. Y bueno también hemos compartido el dolor y sufrimiento de nuestros países causados por algunos fenómenos naturales como terremotos, incendios, guerras, etc. Y aunque la misma historia humana ha marcado enemistades entre los países por cuestiones políticas, de poder y de ambición humana; en el estudio del idioma vemos la oportunidad de empezar una nueva amistad, conocer nuestra cultura y compartirla, así como la oportunidad de dejar en el pasado los problemas de la historia, problemas que por malos entendidos llevaron a enemistades. Tal es el caso de japoneses y chinos, americanos y japoneses, mexicanos y españoles, etc. Estudiar en otro país nos da la pauta para buscar una mejor forma de comunicación y amistad entre todos los pueblos. Pero ciertamente que no es nada fácil, pues la historia de invasión o conflictos entre los países se ha manipulado de tal manera que muchos ven con malos ojos a las nuevas generaciones de habitantes de aquellos países con los que se tuvo conflicto. Sin embargo, cuando se tiene disponibilidad, madurez y deseos de ser cooperadores y constructores de paz, la situación y relación con toda clase de personas de diversos países se vuelve más favorable y brinda la oportunidad de estrechar nuevos lazos de amistad, conocimiento y respeto humano por la diversidad.

De la misma manera creo que la fe se comparte con nuestra disponibilidad de apertura. En la misma escuela resulta asombroso que seamos católicos y misioneros, y eso despierta y abre las puertas al anuncio. Seamos pues portadores del amor y fe en Cristo, compartiendo con alegría y entusiasmo el encuentro que vivimos con Cristo, el hijo de Dios vivo, enviado al mundo para mostrarnos el rostro del Padre. Fernando S. Casango .