El idioma ingles mi primer reto misionero. Jul-Sep 2007

Nuestra vida está compuesta de muchos retos. Y mi proceso misionero no es una excepción. Por eso ahora quiero compartir la experiencia que viví en el estudio del ingles en Toronto, Canadá. Mi llegada a Canadá fue llena de ilusión, alegría y entusiasmo porque me hacía sentir como un misionero rumbo a la misión; en Canadá empecé a estudiar ingles, y transcurrido cerca de 4 o 5 meses de estudio sentí un gran desgaste físico, mental y hasta desanimo misionero por los resultados no esperados en el aprendizaje del idioma. Ante esto mi estado de ánimo se convertía en angustia y desesperación, incluso me sentía en el camino equivocado.

Mi esfuerzo humano lo sentí vano e inútil, y en un momento de oración y confianza en Jesús confesé y entregue mi cansancio, fatiga, esfuerzo y me daba por vencido en esa dura tarea que me agobiaba. Recuerdo y confieso que llore por sentirme derrotado, desanimado y desgastado y sobretodo porque sentía que aparte de defraudarme a mí mismo, sentí que defraudaba a Jesús. Y pedí perdón por no poder ser fuerte y capaz de seguir adelante… quería sentirme perdonado y justificado por Jesús; pero la respuesta de Jesús fue, nuevamente, diferente a la que yo esperaba. Sentí una gran paz y fortaleza al llegar a mi mente palabras de aliento y de ánimo: “Felicidades porque has hecho lo que has podido y te has esmerado en el trabajo; pero lo has hecho Tu solo, por eso estas cansado y derrotado. Ahora Yo te pido que me dejes a mí hacer mi trabajo en ti. Déjame trabajar contigo, déjame ayudarte. Recuerda que todo esfuerzo humano resulta a veces inútil e ineficaz si no está asistido por mi”.


Esto fue una gran lección para mí ya que todo lo que yo hice fue por mis propias. Me olvidaba de la presencia y ayuda de Jesús, me olvidaba que el trabajo misionero y la construcción del Reino es un trabajo en Conjunto. Gracias a esas palabras pude seguir adelante y progresar en el estudio del inglés y concluirlo satisfactoriamente. Y ahora estoy empezando otro nuevo reto, otro nuevo estudio de idioma, el Cantones en Hong Kong, pero ahora se y cuento con la Ayuda de Jesús quien me asiste, acompaña y trabaja en el anuncio y la construcción del Reino de Dios.


Hermanos en Cristo, esta experiencia que comparto con todos ustedes es un ejemplo de la gracia, misericordia y compañía de Jesús quien ha prometido estar con nosotros todos los días y quien nos ha invitado como a Pedro a “Remar mar adentro y echar las redes”. No dudemos y emprendamos la travesía y el trabajo en su nombre.

Fernando Salazar Casango
Seminarista en Hong Kong