Mi experiencia en Toronto Canadá. Jul-Sep 2007

Hace un año que llegue a Toronto Canadá para realizar mis estudios de Ingles, después de haber sido enviado a terminar mis estudios en misiones. Todavía recuerdo el primer día de mí llegada cuando después de pasar por migración, donde nos pidieron nuestros documentos tuvieron que llamar a una persona que nos tradujera, pues no entendíamos lo que nos preguntaban. Todavía no pasábamos el susto cuando fuimos a recoger nuestras maletas y nos dimos cuenta que la mía no estaba, así es que fuimos a preguntar y después de checar la lista nos dijeron que se había quedado en México por lo que teníamos que llenar una forma para que nos la enviaran a nuestro domicilio el día siguiente. El problema fue que no sabía cómo llenar la forma ya que estaba en ingles y tampoco podía preguntar porque no sabía cómo. Gracias a Dios, que nunca nos deja solos, llego también una persona que hablaba español a reclamar su maleta y me ayudo a llenar el documento. En aquel momento me propuse que desplegaría todas mis energías en el estudio del Ingles.


A un año de aquellas amargas experiencias, me doy cuenta de todo lo que he logrado y aprendido y que mi esfuerzo no ha sido en vano. Ahora no me queda más que levantar la mirada hacia lo alto y dar gracias a Dios. Gracias porque hubo momentos sobre todo al principio, en que sentía que no avanzaba con el Ingles y Dios me dio paciencia. Hubo momentos en los cuales parecía que en lugar de avanzar retrocedía y Dios me concedió perseverancia. Hubo momentos en los cuales me sentí solo y Dios me concedió amigos, compañeros de la escuela que siempre me tendieron la mano. Hubo momentos en los cuales me sentí desalentado y siempre recibía una llamada por teléfono que me decía animo tu puedes. Sé que Dios nunca me dejo solo ya que cuando atravesé por cañadas obscuras siempre encontré una luz de esperanza, cuando me sentía desfallecer siempre encontré en Dios la confianza para seguir adelante.




No niego que mi experiencia en Canadá fue dura, sin embargo gracias a eso aprendí a ser fuerte, paciente y perseverante y bueno, también aprendí a hablar Ingles. Ahora veo hacia adelante pues la vida sigue y el tiempo de mi estancia aquí en Canadá ha llegado a su fin; el siguiente paso es Hong Kong en donde el estudio del Cantones me espera. Tengo algunos compañeros en la escuela de Ingles que son de china y me dicen que el cantones es muy difícil y yo siempre les decía que mi prioridad por ahora era el Inglés, que ya cruzare ese puente cuando llegue a él y bueno estoy arribando a dicho puente así es que la hora de cruzarlo ha llegado.


Sé que el Cantones será mucho más difícil que el Ingles, sin embargo se que no vengo por mi cuenta, tengo plena confianza en que Dios siempre estará conmigo. Sé que no será nada fácil, como no lo fue el Inglés en su momento, sin embargo se que nada en la vida es fácil, como no lo es la vida en sí, así es que estoy listo para mi nueva aventura. No dudo que vendrán momentos difíciles y tempestades que amenazaran con hundir mi barca, sin embargo se que Jesús siempre estará con migo y le dirá al mar: ¡Cálmate!.


Gracias Dios porque me permitiste aprender Ingles y conocer cosas maravillosas en Canadá, pero sobre todo gracias porque me permitiste reconocerte como mi compañero de viaje a lo largo del camino.


Juan Arcos Soto
Seminarista en Hong Kong