Caminar con Dios en la adversidad

Nuevamente un saludo a todos desde la misión de Hong Kong compartiendo con ustedes las alegrías y satisfacciones que da este caminar misionero. No cabe duda que todas las dimensiones de la formación tienen su propia importancia, pues si alguna de ellas comienza a flaquear, esto repercute en las demás, esto es un hecho; sin embargo la dimensión espiritual, en este caminar hacia el seguimiento de Cristo, para mi viene siendo el centro hacia la que confluyen las demás, ya que si espiritualmente no se tienen buenas bases y no se mantiene una relación muy estrecha con el Señor, esto simplemente tarde o temprano se viene abajo, por que como ya lo dijo el mismo Jesús: si la casa no está cimentada sobre roca, cuando vengan los vientos y las tempestades todo terminara en una gran catástrofe, y esto especialmente aquí en las misiones lo podemos apreciar con mucha facilidad.

Si no es Dios el centro de este proyecto, si no es Jesús quien camina conmigo día a día, si no es el Espíritu Santo quien con su Gracia nos impulsa a seguir adelante, esto pronto deja de tener sentido. Es un hecho que nadie da la que no tiene y a Dios solo lo tienen quienes se hacen amigos de Él, de ahí que la relación con Dios tiene que ser el centro de quienes nos hemos optado por seguir al Maestro.



Es cierto que la misión no es fácil, pues en ella encontramos con todo tipo de retos, sin embargo aquel que nos llamo a esto sabe por qué lo hizo, y ciertamente no es porque somos los mejores, sino simplemente porque el quiso fijar su mirada en nosotros, y si lo hizo, es porque él sabe que podemos ser sus discípulos, no obstante el verdadero discípulo es aquel que se deja guiar por su maestro, aquel que sigue sus pasos, aquel que se hace amigo del maestro y que entabla una relación con el, sin embargo lo maravilloso de la relación con el Maestro de Maestros es que El va mas allá de esto, como el mismo lo dijo: a ustedes ya no los llamare discípulos… sino amigos y además nos dijo: no tengan miedo porque yo he vencido al mundo y yo estaré con ustedes… ese mundo que nos hace la guerra intentando anclarnos en lo que tarde o temprano perece. Hermano solo quien se hace amigo de Jesús puede experimentar el sentido de estas palabras, solo en la intimidad con Dios podemos experimentar que realmente nos ama.

No se puede vencer la adversidad sin la Gracia de Dios, y es aquí en las Dificultades de la misión, en el reto de aprender una lengua tan difícil como el chino, en el tratar de entender e insertarte en una cultura tan diferente, donde he descubierto como Dios es quien hace posible que esto se vaya dando. Y como Dios a pesar de nuestras deficiencias va realizando su plan de salvación, aun sin que nosotros nos demos cuenta.

Hermanos no olvidemos que solo en una estrecha e íntima relación con aquel que nos ha llamado podemos decir: todo lo puedo en aquel que me fortalece.

Juan Arcos Soto, Seminarista MG en Hong Kong.